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El aceite de coco es ese básico que nunca falla: cómodo de usar, con textura sedosa, aroma tropical y mil formas de incorporarlo en la rutina. En Casa del Monoï lo amamos como complemento perfecto del ritual polinésico (coco + flores de tiare). Aquí tienes una guía práctica y completa para hidratar piel y cabello de la manera correcta, sin complicaciones.
¿Por qué el aceite de coco es tan querido?
Sensación confortable inmediata: deja la piel más flexible y “rellena” al tacto.
Textura versátil: capa fina para el día o más generosa por la noche.
Acabado luminoso: un glow natural sin necesidad de maquillaje.
Multiuso real: cuerpo, cabello, manos, uñas… incluso masajes.
Nota: el aceite de coco no es un protector solar. Úsalo como parte sensorial/estética de tu rutina.
Cómo usarlo en la piel (cuerpo)
1) Después de la ducha (el mejor momento)
Paso 1: seca a toques; deja la piel ligeramente húmeda.
Paso 2: calienta unas gotas entre las palmas.
Paso 3: masajea con movimientos largos y circulares.
Resultado: hidratación luminosa, sin sensación pesada.
Dosis orientativa:
Pierna completa: 6–8 gotas.
Brazo completo: 4–6 gotas.
Zonas secas (codos/rodillas): 1–2 gotas extra.
2) Tratamiento nocturno “confort total”
Aplica una capa delgada en piernas y brazos antes de dormir.
- En la mañana, la piel amanece suave y flexible.
3) Post-sol sensorial
Ducha templada + aceite de coco en capa fina.
Masaje lento para aportar confort y mantener el look dorado.
Cómo usarlo en el cabello
1) Sérum diario (control de frizz)
Con el cabello seco o húmedo, aplica 1–3 gotas en medios y puntas.
Reparte con las manos o un peine de dientes anchos.
2) Tratamiento profundo
Aplica de medios a puntas (si tu cuero está seco, masaje suave opcional).
Deja actuar 30 minutos o toda la noche (con toalla).
Lava con tu shampoo habitual.
Resultado: brillo, suavidad y puntas más disciplinadas.
Zonas que agradecen un extra
Manos y cutículas: 1 gota por mano, masajea uñas y contorno.
Codos, rodillas y talones: capa fina, ideal antes de dormir.
Masajes: calienta el aceite en palmas y realiza maniobras lentas.
Escote y hombros: 1–2 gotas para un brillo sutil en eventos.
Rutinas según tu tipo de piel
Piel seca: aceite de coco mañana y noche durante 3–4 días; luego mantén 1 vez al día.
Piel normal/mixta: úsalo post-ducha en piel húmeda; refuerza zonas secas.
Piel con tendencia a descamarse: exfoliación suave 1 vez por semana + aceite de coco cada noche en capa fina.
Rutinas según tu tipo de cabello
Fino: muy poca cantidad (1 gota), solo puntas.
Normal: 1–2 gotas como sérum; tratamiento profundo semanal.
Seco/dañado: 2–3 gotas como sérum; tratamiento nocturno 1–2 veces/semana.
Trucos que marcan la diferencia
Menos es más: comienza con poca cantidad; puedes reaplicar.
Piel húmeda = mejor sellado: aplícalo siempre tras la ducha.
Peine de madera: ayuda a distribuir el aceite en el cabello sin fricción.
Aroma polinesio: mezcla una parte de aceite de coco con Monoï (coco + tiare) para un velo aromático irresistible.
Mitos y cuidados
¿Sirve en rostro? Muchas personas lo reservan para cuerpo y cabello. Si decides probar en rostro, haz prueba puntual y evita el contorno de ojos.
¿Mancha la ropa? Deja que se absorba 1 minuto antes de vestirte y usa dosis moderadas.
Conservación: guarda la botella bien cerrada, lejos de calor directo.
¿Se usa antes o después de la crema?
Pruébalo después de la ducha y ajusta: aceite solo o alternado con tu crema habitual.
¿Funciona todo el año?
Sí. En verano aporta glow y, en invierno, confort en zonas secas.
¿Cuánto aplicar en el cabello?
Empieza con 1 gota. Si tu melena lo absorbe bien, sube a 2–3.
El aceite de coco es la vía más simple para una hidratación de pies a cabeza: piel suave, brillo natural y un gesto sensorial que transforma la rutina en un momento propio. Combínalo con el ritual Monoï (coco + tiare) para potenciar el aroma polinesio y darle a tu día un toque de isla.
¿Lista para sumar este básico? Encuentra tu formato y aroma en casadelmonoi.cl
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