El oro blanco de Tahití: el aceite de coco refinado y sus secretos

El oro blanco de Tahití: el aceite de coco refinado y sus secretos

Descubre cómo se obtiene el aceite de coco en Polinesia, sus propiedades humectantes y nutritivas, y la leyenda mágica que acompaña al cocotero, el corazón del Monoï.

En el corazón del paraíso polinesio crece un fruto que es esencial para la vida y la belleza: el coco. Conocido localmente como Haari, este fruto tropical se cultiva en las islas coralinas de la Polinesia Francesa, donde las condiciones únicas del suelo y el clima le confieren cualidades excepcionales.

Un aceite natural y puro

El aceite de coco refinado que se extrae del Haari es un ingrediente fundamental en la elaboración del Monoï de Tahití. Este aceite se obtiene mediante el prensado natural de cocos secos (Cocos nucifera) sin el uso de productos químicos, seguido de un proceso de refinamiento delicado que produce un aceite claro, ligero y sedoso.

Conocido como el “oro blanco de Tahití”, este aceite destaca por su suavidad incomparable y su tacto seco, que lo hace ideal para cuidar la piel y el cabello sin dejar sensación grasosa.

Propiedades químicas y beneficios

El aceite de coco refinado es rico en ácidos grasos saturados, especialmente en ácido láurico, que representan hasta un 50% de su composición. También contiene ácido caprílico, cáprico, mirístico, oleico y pangámico, que aportan estabilidad, hidratación y protección natural.

Gracias a sus propiedades humectantes y emulsionantes, este aceite nutre profundamente la piel, dejándola suave y protegida, y ayuda a reparar el cabello dañado y seco, favoreciendo su brillo y manejabilidad.

Tradición y usos ancestrales

En la cultura polinesia, el cocotero (palmera) es mucho más que un árbol: es un recurso vital. Su agua, carne y leche forman parte fundamental de la dieta local, mientras que la cáscara se utiliza para fabricar recipientes y herramientas.

El aceite de coco es protagonista en la farmacéutica tradicional (Ra’au Haari), utilizado para preparar tratamientos tópicos que cuidan el cuerpo y el alma. 

Las antiguas leyendas, como la de la princesa Hina y la anguila gigante Maui, celebran la magia del cocotero y su fruto, simbolizando la vida y la protección.

LEYENDA POLINESIA

La anguila, la princesa… y el primer cocotero

Cuenta una leyenda de Tahití que la bella princesa Hina fue obligada a casarse con Faaravaianuu, una anguila gigante. Maui, el gran héroe del Pacífico, la salvó cortando la cabeza del monstruo.

Antes de morir, la anguila profetizó:
"Un día, todos me besarán en la boca."

Maui entregó la cabeza a Hina con una instrucción:
"Plántala en el centro de tu marae. De ella brotará algo para beber, algo para comer y algo para construir tu hogar."

Hina la olvidó en la ribera de un río. Allí nació el primer cocotero.
Y hasta hoy, al beber del coco, los labios se posan en sus tres marcas… como besando la boca de la antigua anguila.
Una historia de transformación, magia y vida, contenida en cada fruto.

Casa del Monoï: el legado del Haari

En Casa del Monoï, honramos esta tradición y el poder natural del aceite de coco refinado, base esencial de nuestro Monoï de Tahití. Gracias a su pureza y calidad, garantizamos un producto que no solo cuida tu piel y cabello, sino que te conecta con el espíritu y la magia del Pacífico.

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