La anguila, la princesa… y el primer cocotero
Cuenta una leyenda de Tahití que la bella princesa Hina fue obligada a casarse con Faaravaianuu, una anguila gigante. Maui, el gran héroe del Pacífico, la salvó cortando la cabeza del monstruo.
Antes de morir, la anguila profetizó:
"Un día, todos me besarán en la boca."
Maui entregó la cabeza a Hina con una instrucción:
"Plántala en el centro de tu marae. De ella brotará algo para beber, algo para comer y algo para construir tu hogar."
Hina la olvidó en la ribera de un río. Allí nació el primer cocotero.
Y hasta hoy, al beber del coco, los labios se posan en sus tres marcas… como besando la boca de la antigua anguila.
Una historia de transformación, magia y vida, contenida en cada fruto.